Bogavante gallego 1,2,3… El coral en una boloñesa fresca, el cuerpo con un curry rojo y sus huevas, risotto de puntalette con las pinzas y creme fraiche y aceite de eneldo. Gazpachuelo de aceituna, ajo negro y anguila ahumada.
Si existe tal cosa como la “alta cocina europea”, Marcos Granda es su profeta en España. Y no porque los platos o sus ingredientes nos sean ajenos o porque la cocina pueda resultar impersonal, desde luego, porque en Skina, sin duda, se gasta una materia prima excepcional y en su menú hay continuos guiños al recetario local y nacional. Sino porque su cocina, tremendamente sólida a pesar de la juventud de Mario Cachinero, plasma platos refinados, sobrios y equilibrados, conjuntos armónicos y sin sorpresas, con un impecable sentido de la estética; porque hay una puesta en escena - mesa, vajillas, cuberterías, cristalería - llena de detalles de lujo y buen gusto; porque hay un servicio meticuloso y bien entrenado, marca de la casa, y porque dispone de una de las bodegas mejor pertrechadas de Andalucía. Si hay un restaurante que representa “la experiencia Michelin” a la perfección es este. Y si hay alguien que entiende bien al cliente habitual de este tipo de restaurantes, ese es Marcos. Un menú sobresaliente, impecable. @marcos__granfer @restaurantskina @fluartinprogress @jessurdasnchez