Nada que objetar - salvo los precios pero esa es una lucha eterna - a una bodega magnífica, amplia y variada.
Lo cierto es que mis experiencias en Roostiq Marbella siempre se habían solventado con un notable éxito pero estas últimas visitas no han ido bien. Desde la cocina al servicio resultaron decepcionantes y la factura no puede justificar tantos errores. Al menos la compañía, el local y el vino mitigaron la sensación. @roostiq