Mención especial para los postres, audaces y originales. Petit fours y vino.
- Persimón, amaretto y boniato. Brillante.
- Tierra de pinares... Piña, miso y piñones.
- Calabaza, setas y fruta de la pasión. Arriesgado, valiente aunque el helado de boletus manda mucho. Bien la combinación calabaza/fruta de la pasión/setas encurtidos.
Una de las aperturas recientes más interesantes en la Costa del Sol ha sido este Candeal. Pablo Rebollo - vallisoletano, ex Valdepalacios o la malograda Ciudadela - arriesga, reivindica sus raíces y ofrece una propuesta original y distintiva de nueva cocina castellana, cargada de personalidad y buenas intenciones. Platos rotundos y sabrosos, con cierta complejidad que, sin duda, requerirán de mejoras en la ejecución y algún refinamiento en el futuro, pero que marcan una línea interesante. Servicio muy amable, carta de vinos original aunque un tanto desequilibrada y un local rústico, cálido y acogedor a un paso del centro de Marbella. @restaurantecandeal @rebo_84