Cabeza y parpatana de pez limón a la brasa. (Primitivo, Málaga)
Pablo Luis Quiñones es un cocinero versátil, un hombre-orquesta de la cocina que lo mismo te sirve un ceviche que un pâté en croûte. O se marca uno de los mejores arroces de la ciudad y te asa una parpatana de un enorme pez limón. O se saca de la manga una genialidad como los caracoles en manteca, convierte una berenjena en un asado y le pone el acento a un clásico como la lengua en escabeche. Un cocinero, en fin, curtido en mil batallas y con una enorme cantidad de registros, con oficio e imaginación, al que quizás una ubicación un tanto apartada en la barriada de El Palo y un local que pasa algo desapercibido le restan un merecido reconocimiento. Buena mano y ejecuciones notables para una cocina ecléctica, de aquí y de allá, pero siempre sabrosa. Interesantes trabajos con las grasas y la casquería marina, clasicismo bien entendido y, como buen argentino, dominio de las brasas. Elena Aranda se ocupa eficazmente de la sala, modesta pero con una amplia terraza, y de una carta de vinos más bien escueta y que probablemente merezca un pequeño refuerzo para adaptarse a la cocina de Quiñones. A tener muy en cuenta. @primitivorestaurante