Arroz con caracoles. Armado con mantequilla cafe de paris y pimientos.
Ahora que arrecia el calor apetece recordar esto. Lo de Miguel Palma en el Club Hípico El Pinar, le guste o no, ha trascendido desde ya hace un tiempo ese comedor tranquilo y sin preocupaciones, libre de ataduras, de productos lujosos y de modas. El caso es que en La Taberna de Mike Palmer, a día de hoy, se cocina como en muy pocos restaurantes de Málaga. Un retorno a los fogones en toda regla entre tanta inflación de materias primas. Platos con enjundia, sabrosos, de fondos y salsas impecables que reflejan la formación clásica y el bagaje técnico del cocinero. Productos humildes - ojo a su manejo magistral de la casquería - elevados a la categoría de gran cocina y destellos creativos del que siempre fue - y sigue siendo - un adelantado a su tiempo. Además, un espacio cada vez más agradable gestionado por Elena Stoica y una carta de vinos estupenda, razonablemente preciada diferente y con referencias y añadas “rara avis”. Cada vez más completo. Imprescindible para cualquier aficionado gastronómico que visite Málaga. @latabernademikepalmer @valentino_palmer @helenpalmer7