Dinner at El Higuerón Restaurante

Dinner at El Higuerón Restaurante

at El Higuerón on 24 March 2021
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Mollejas glaseadas con boletus y coles de Bruselas.

Enorme apuesta la de los responsables del Restaurante El Higuerón que, bajo la batuta de Ricardo Fernández, han dado un paso adelante y reformulado su oferta. Una reforma espectacular con una barra única en la costa en lo físico y un importante envite en lo gastronómico: una cocina más solvente de la mano de Óscar Amores, varios escalones más en la selección de productos - muy cuidados ahora - y un servicio educado que cumple sobradamente. En la carta conviven grandes clásicos que siguen la estela que dejó el gran Fernando Martín - el paté de centollo, las cebollas rellenas, el salpicón o, por supuesto, la emblemática fabada - con platos bien ejecutados y producto escogido a la brasa. Ha ganado mucho en regularidad aunque cabría aligerar un tanto algunos platos. Sólo la carta de vinos - más amplia que antes pero muy centrada en vinos clásicos - queda algo por debajo de esta propuesta tan ambiciosa. Precios altos pero acordes con lo percibido. En el camino de ser un gran restaurante. @elhigueronrestaurante @el_cocinero_fiel @ricardoelhigueron

Mollejas glaseadas con boletus y coles de Bruselas.

Enorme apuesta la de los responsables del Restaurante El Higuerón que, bajo la batuta de Ricardo Fernández, han dado un paso adelante y reformulado su oferta. Una reforma espectacular con una barra única en la costa en lo físico y un importante envite en lo gastronómico: una cocina más solvente de la mano de Óscar Amores, varios escalones más en la selección de productos - muy cuidados ahora - y un servicio educado que cumple sobradamente. En la carta conviven grandes clásicos que siguen la estela que dejó el gran Fernando Martín - el paté de centollo, las cebollas rellenas, el salpicón o, por supuesto, la emblemática fabada - con platos bien ejecutados y producto escogido a la brasa. Ha ganado mucho en regularidad aunque cabría aligerar un tanto algunos platos. Sólo la carta de vinos - más amplia que antes pero muy centrada en vinos clásicos - queda algo por debajo de esta propuesta tan ambiciosa. Precios altos pero acordes con lo percibido. En el camino de ser un gran restaurante. @elhigueronrestaurante @el_cocinero_fiel @ricardoelhigueron

Momento para las brasas, apuesta firme en esta nueva etapa: una buena ventresca de atún rojo con unos exquisitos pimientos confitados con yema de huevo y ajo; almejas a la brasa, magníficas.

Enorme apuesta la de los responsables del Restaurante El Higuerón que, bajo la batuta de Ricardo Fernández, han dado un paso adelante y reformulado su oferta. Una reforma espectacular con una barra única en la costa en lo físico y un importante envite en lo gastronómico: una cocina más solvente de la mano de Óscar Amores, varios escalones más en la selección de productos - muy cuidados ahora - y un servicio educado que cumple sobradamente. En la carta conviven grandes clásicos que siguen la estela que dejó el gran Fernando Martín - el paté de centollo, las cebollas rellenas, el salpicón o, por supuesto, la emblemática fabada - con platos bien ejecutados y producto escogido a la brasa. Ha ganado mucho en regularidad aunque cabría aligerar un tanto algunos platos. Sólo la carta de vinos - más amplia que antes pero muy centrada en vinos clásicos - queda algo por debajo de esta propuesta tan ambiciosa. Precios altos pero acordes con lo percibido. En el camino de ser un gran restaurante. @elhigueronrestaurante @el_cocinero_fiel @ricardoelhigueron

Muy goloso el pintxo de foie gras con manzana y brioche. Un conjunto muy equilibrado que logra cierta ligereza dentro de la contundencia del plato.

Enorme apuesta la de los responsables del Restaurante El Higuerón que, bajo la batuta de Ricardo Fernández, han dado un paso adelante y reformulado su oferta. Una reforma espectacular con una barra única en la costa en lo físico y un importante envite en lo gastronómico: una cocina más solvente de la mano de Óscar Amores, varios escalones más en la selección de productos - muy cuidados ahora - y un servicio educado que cumple sobradamente. En la carta conviven grandes clásicos que siguen la estela que dejó el gran Fernando Martín - el paté de centollo, las cebollas rellenas, el salpicón o, por supuesto, la emblemática fabada - con platos bien ejecutados y producto escogido a la brasa. Ha ganado mucho en regularidad aunque cabría aligerar un tanto algunos platos. Sólo la carta de vinos - más amplia que antes pero muy centrada en vinos clásicos - queda algo por debajo de esta propuesta tan ambiciosa. Precios altos pero acordes con lo percibido. En el camino de ser un gran restaurante. @elhigueronrestaurante @el_cocinero_fiel @ricardoelhigueron

Y el no menos mítico salpicón, en este caso de carabineros y langostinos, muy logrado. En su mejor versión desde aquellos años.

Enorme apuesta la de los responsables del Restaurante El Higuerón que, bajo la batuta de Ricardo Fernández, han dado un paso adelante y reformulado su oferta. Una reforma espectacular con una barra única en la costa en lo físico y un importante envite en lo gastronómico: una cocina más solvente de la mano de Óscar Amores, varios escalones más en la selección de productos - muy cuidados ahora - y un servicio educado que cumple sobradamente. En la carta conviven grandes clásicos que siguen la estela que dejó el gran Fernando Martín - el paté de centollo, las cebollas rellenas, el salpicón o, por supuesto, la emblemática fabada - con platos bien ejecutados y producto escogido a la brasa. Ha ganado mucho en regularidad aunque cabría aligerar un tanto algunos platos. Sólo la carta de vinos - más amplia que antes pero muy centrada en vinos clásicos - queda algo por debajo de esta propuesta tan ambiciosa. Precios altos pero acordes con lo percibido. En el camino de ser un gran restaurante. @elhigueronrestaurante @el_cocinero_fiel @ricardoelhigueron

El mítico paté caramelizado de Cabrales que Fernando Martín servía en El Higuerón como aperitivo- ahora igual de gustoso en las manos Óscar Amores - como prolégomeno de una gran comida, la mejor desee hace tiempo, en El Higuerón.

Enorme apuesta la de los responsables del Restaurante El Higuerón que, bajo la batuta de Ricardo Fernández, han dado un paso adelante y reformulado su oferta. Una reforma espectacular con una barra única en la costa en lo físico y un importante envite en lo gastronómico: una cocina más solvente de la mano de Óscar Amores, varios escalones más en la selección de productos - muy cuidados ahora - y un servicio educado que cumple sobradamente. En la carta conviven grandes clásicos que siguen la estela que dejó el gran Fernando Martín - el paté de centollo, las cebollas rellenas, el salpicón o, por supuesto, la emblemática fabada - con platos bien ejecutados y producto escogido a la brasa. Ha ganado mucho en regularidad aunque cabría aligerar un tanto algunos platos. Sólo la carta de vinos - más amplia que antes pero muy centrada en vinos clásicos - queda algo por debajo de esta propuesta tan ambiciosa. Precios altos pero acordes con lo percibido. En el camino de ser un gran restaurante. @elhigueronrestaurante @el_cocinero_fiel @ricardoelhigueron