Huevos rotos con tartar de atún picante y patatas paja. Mollete de solomillo de atún, mayonesa japo y papada de Joselito. Ensaladilla rusa.
En ocasiones vamos a los restaurantes con ciertas ideas preconcebidas sobre lo que nos vamos a encontrar y eso es exactamente lo que me ocurrió en Berebere (Torre del Mar, Vélez-Málaga). Un chiringuito fuera de lo común, con una carta muy amplia y poca atención al pescado y al marisco, con platos para todos los públicos que permiten configurar diferentes tipos de comandas. A priori, mucho plato recurrente de gastrobar que aquí, sin embargo, se presenta bien resuelto en la cocina, y con una preocupación más que evidente por el producto de calidad: carnes curadas y frescas de Joselito, ostras de Ancelin, atún rojo de almadraba de Gadira, cortes de vacuno escogidos, quesos, conservas seleccionadas… Además, una buena carta de vinos, que incluye una treintena de Champagnes bien escogidos y a precios muy razonables, y una coctelería precisa y muy notable que me ha supuesto una muy grata sorpresa. Servicio joven, amable y eficiente, buen ambiente y una ubicación privilegiada en la playa. Poco más se le puede pedir. Para volver. @bereberetdm