Y los vinos - vinazos - aportados por nosotros. A pesar de la más que destacable carta de vinos con la que cuenta El Chiringuito. Sorprendente en un lugar tan remoto.
Una estrella emergente, uno de esos lugares que si logra consolidarse será un destino por sí mismo y un cocinero al que me gustaría ver crecer porque tiene el talento, la técnica y la disciplina suficiente como para ser importante en una zona que necesita de focos como este. Lo cierto es que parece mentira que con unos medios y un equipo tan exiguos, Víctor Hierrezuelo consiga alcanzar tal nivel de excelencia. Este pequeño “Bardal Axárquico” sigue en cierto modo los esquemas de su mentor - lógicamente- aunque ya se le adivina una marcada personalidad propia. El tiempo dirá si esta osada apuesta logra fructificar en una zona un tanto aislada y alejada de centros urbanos importantes. Pero el viaje merece - y mucho - la pena. @restaurante_el_chiringuito