Burrata con berenjena asada, Dukkah y melaza de granada; Margarita de pepino; semifreddo de agua de azahar y cítricos; Expresso Martini. Y un Saint Claire neozelandés dentro de una carta de vinos diferente e interesante.
De todos los chiringuitos más o menos modernos y garitos de moda en la playa que he podido probar esta temporada me gustó especialmente Luuma. Una carta ecléctica de platos informales que coge recetas de aquí y allá - desde Corea a Méjico pasando por Oriente Medio - y las resuelve por lo general con acierto, buen gusto y un alto grado de originalidad que se agradece entre tanta medianía. Cosmopolita en el mejor sentido de la la palabra. Aunque el acceso y el aparcamiento son algo complicados en temporada merece la pena el conjunto, con coctelería notable y un buen servicio, muy amable e implicado. @luumabeachrestaurant