Los vinos - menudo nivel de bodega para un “merendero” - que Enrique Murillo se encarga de seleccionar y la barca de espetos. Un lujo en Pedregalejo.
Siempre hay que decir sí a los chiringuitos que renuevan y perfeccionan su oferta y que, además, procuran mantener su esencia. Las Palmeras pertenece a ese puñado de establecimientos de nueva generación en Málaga que empiezan a ver claro que la vía es el producto de calidad, los puntos de cocción ajustados y los guiños a un recetario tradicional que nunca debe perderse. Aquí se espeta con sabiduría, se fríe, se cuece y se asa a la plancha con moderación. Y, si a todo eso, le sumamos un servicio más que correcto y una bodega muy notable, en plena playa de Pedregalejo, poco más nos queda por pedir. Un oasis en su genero en Málaga. @laspalmeras_restaurante_