Y la oreja frita de Casa Domingo. Una barbaridad en todos los aspectos.
Casa Domingo, en Jaén, es uno de esos lugares imperdibles que estructuran la oferta culinaria de una ciudad. Una barra cargada de personalidad con sorprendentes referencias de vinos, una cocina que es toda una oda al colesterol: platos tradicionales, frituras y casquería a cascoporro. Una gozada. Además, atención esmerada y mucho cariño en la cocina. De obligada visita. @tabernacasadomingo