Corvina a la sal con una emulsión de su colágeno - fabulosa - y raviolis de carabinero con alcachofas confitadas y huevas de trucha y un caldo de laksa. Chablis de Gérard Tremblay Fourchaume y Tondonia Reserva 2010. Carro de negronis.
Un pequeño adelanto de la sobresaliente cena que tuvimos ayer en Boho Club. La cocina de Diego del Río sigue fiel a sus fundamentos clásicos y a esa modernidad bien entendida de puntos de cocción livianos pero muy precisos, salsas y fondos canónicos pero limpios y conjuntos ligeros, armónicos y elegantes. Nada desentona y todo está en su lugar, sin elementos discordantes o innecesarios. Este año, además, añadimos una acertada reforma de la terraza y el mobiliario, más detalles junto a la mesa y una muy bienvenida moderación de la música y el ambiente nocturno. Y, como siempre, el buen hacer de Richard Mena con su manejo de la sala y sus atinadas selecciones de vino y la coctelería de Agustín Corral que cada vez va ganando más peso. Un verdadero oasis en las noches de Marbella. @bohoclubmarbella @diegodel75 @richard_sumiller @aguscrral