Hay días en que casi nada parece funcionar como debe y ese fue mi caso en Tasca láska (Málaga). Media carta de tapas no disponible, esperas de casi veinte minutos en cada comanda, vinos que llegan servidos a la mesa y fuera de temperatura, algún plato fallido como esas gambas al pilpil manifiestamente mejorables, algunas tensiones en cocina que llegaban a la sala… En el lado bueno, una camarera muy amable que a duras penas atendía las mesas y ricos el hot dog y la hamburguesita. Otra vez será aunque son escasos argumentos para repetir la visita. @tascalaska